
Hay cosas que prefiero no mirar, hay otras que al mirar no pude ver. Los sueños que no puedo recordar son como las canciones que no pude componer. Hay ofertas que no puedo rechazar, hay pactos que jamás voy a romper, las manos que no quiero estrechar son las que firman las leyes que no puedo obedecer. Hay días que estoy realmente mal, hay días que estoy misteriosamente bien, se apagó la hoguera de la vanidad, cenizas en el aire esparciéndose.


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